PARTIDA SWORD POINT CRISTIANOS CASTELLANOS CONTRA MOROS GHAZNAVIDAS 18-05-18
Publicado: Sab May 19, 2018 9:43 pm
El débil rey de la Taifa de Sevilla era un hombre corrupto y para satisfacer a su favorita Irene se compró un lujoso palacio con hermosos jardines y piscinas arabescas en la sierra de Magerit, en tierras castellanas, para evitar que su pueblo empobrecido lo viese.
Gran parte del oro fue prestado por y judios de los condados catalanes. El Rey Castellano no podía permitirlo y envió a las huestes de Fray Culebras y don Sergio a una batalla decisiva contra el infiel.
Corren rumores de que fray Culebras es pecador de la carne y no solo tiene al menos un hijo conocido sino que no ha mucho que dejó de nuevo a su amada en cinta.
En la anterior peregrinación a la Meca y aprovechando los contactos del rey de la Taifa en Persia consiguió el apoyo del shah Ghaznavida Kharim al Borj que rápidamente envió a su ejército cerca de Magerit a la aldea de Leg al Nes, donde esperaba el ejército castellano.
El destino determinó que en la batalla se pudieran enviar tropas en marcha de flanco. Esto convenía a los castellanos porque por un lado mantenían a sus caballos lejos de los elefantes durante buena parte de la partida y también podrían tener ocasión de conseguir atacar de flanco a los moros.
El despliegue castellano tenía a sus caballeros montados en el centro apoyados por arqueros en formación a su izquierda y peones y hostigadores a su derecha
El moro sabía que los Castellanos escondían tropas que seguro habían enviado en marcha de flanco, esperaba que fuera su flanco derecho, el más abierto y favorable a tropas montadas. Acertó a adivinar que los Castellanos desplegarían a sus caballeros en el centro.
Por ello colocó en su flanco derecho a la mayor parte de sus tropas, incluyendo un elefante bardado que podría evitar el próximo ataque de flanco castellano y caballería mora reclutada entre hermanos musulmanes de la India que estaban acostumbrados a los elefantes, dejando a sus arqueros en orden cerrado montados en camellos sobre una colina con buena posición de disparo y muy bien apoyados por numerosos hostigadores a pie y turcos montados y otra unidad de arqueros en apoyo de los que montaban a caballo. En este flanco se sentía muy seguro el moro.
En el centro dejó solo a hostigadores con arco y naffatun con bombas incendiarias en protección de su otra unidad de elefantes bardados con intención de aplastar a los caballeros Castellanos.
El flanco izquierdo era más débil y defensivo con una unidad de arqueros, otra de hostigadores turcos y la guardia Ghulam con el propio shah a su mando. El despliegue de la guardia del shah no era muy apropiado y debería haber cambiado posiciones con los arqueros y haberse podido aprovechar en la batalla de la apertura del campo en el centro, pero el shah estaba tan confiado en la victoria que no tuvo necesidad de tener este tipo de precauciones.